El Sol y la Luna
Había una vez en el cielo, el Sol y la Luna. El Sol brillaba con luz dorada durante el día, y la Luna brillaba con luz plateada por la noche. Siempre se turnaban, sin encontrarse.
Un día, la Luna sintió mucha soledad y quiso jugar con alguien. Miró al Sol que estaba ocupado iluminando la tierra con sus rayos.
—Sol, ¿puedes jugar conmigo? —preguntó la Luna con voz suave.
—No ahora, Luna. Debo iluminar el día y ayudar a las plantas a crecer —dijo el Sol con una voz cálida y brillante.
La Luna se sintió triste, pero esperó pacientemente su turno. Cuando el Sol finalmente se puso al otro lado del mundo, la Luna tomó su lugar en el cielo.
Esta noche, algo especial sucedió. El Sol había dejado unas pocas nubes en el cielo y la Luna jugó con ellas. Transformó sus formas y las hizo brillar con su luz plateada.
Aunque no jugaron juntos, el Sol y la Luna estaban contentos de tener cada uno su momento para brillar y cuidar el cielo.
Esperamos que te haya gustado El Sol y la Luna. Última revisión en 2024
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