El Bosque de las Manos Amigas
En el corazón de un bosque, donde los árboles susurraban historias antiguas y el viento jugaba entre las hojas, todos los animales estaban emocionados preparándose para el gran festival de invierno.
Era una época de celebración, pero también de preparación para los días fríos que estaban por llegar. El pequeño conejo Benito, conocido por su agilidad y rapidez, se encontraba en apuros.
Mientras saltaba entre los matorrales, se torció una pata y no pudo continuar recolectando las nueces que necesitaba para el invierno.
La noticia corrió como un reguero de pólvora a través del bosque, llegando a las orejas puntiagudas de la ardilla Anita, quien no dudó ni un momento en ofrecer su ayuda.
Convocó a otros animales del bosque: el tejón Tomás, el zorro Felipe, y la lechuza Olivia. Juntos, formaron un equipo y recolectaron no solo las nueces que Benito necesitaba, sino también suficientes para todos los que participarían en el festival.
El día del festival, el bosque se llenó de luces, música y risas. Benito, apoyado en un bastón improvisado, agradeció a cada uno de sus amigos.
Todos aprendieron esa noche que un pequeño acto de ayuda puede fortalecer toda una comunidad, y que juntos, siempre serían más fuertes.
Esperamos que te haya gustado El Bosque de las Manos Amigas. Última revisión en 2024
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